Elecciones Engañosas




Ser libre de la gente no quiere decir encerrarnos en una burbuja y no tener contacto con nada que tenga que ver con las personas, sino elegir con quiénes hemos de relacionarnos. La mayoría de los problemas que se nos presentan a diario son interpersonales. Tanto sea en el conflicto como en la solución de los inconvenientes, habrá personas de por medio.
Hasta en las mismas emociones que vivenciamos y que recordamos, buenos y malos momentos, hay per­sonas involucradas. Las heridas tienen un rostro y ese rostro tiene un “nombre”.
Sin embargo, ninguno de estos recuerdos ni emo­ciones que vienen a nuestra mente debe ser un impedi­mento para alcanzar nuestros sueños. El ser humano es un ser social, y como tal, necesita relacionarse con pa­res. El hecho es que muchas veces nos apegamos a personas que no sumarán, sino que, por el contrario, tratarán por todos los medios boico­tear nuestro sueño.
Nuestra meta es poder elegir eficazmente a quienes nos acompañarán en el camino hacia nuestros sueños.

Voces Extrañas
La comunicación es parte esencial de nuestra vida, todo el tiempo estamos comunicándonos con los otros, y la mayoría de las veces lo hacemos a través de las pa­labras. Por ejemplo: la maestra necesi­ta tener a alguien a quien enseñar para poder ser y sen­tirse “docente”; de lo contrario, sin receptores, el cono­cimiento quedará solamente en ella.
Así es como funciona la comunicación: uno habla y otro escucha y recibe la información. No siempre será un diálogo, podrá ser también un monólogo si ninguno está registrando las palabras del otro o tal vez, todo lo contrario, y entonces habrá a partir de la devolución, un intercambio de palabras, opiniones, conceptos, verdades y mentiras que podrán determinar las decisiones que tomaremos.
Sin darnos cuenta, muchas veces le damos a la voz de los demás un valor y una estima que no merecen y así es como lejos de ser ésta un consejo o una bendición, se transforma en un trastorno o en un obstáculo inmen­so, en una creencia que a la que hay que refutar.
Para evitar la confusión, deberíamos reflexionar. Si permanentemente escuchas las voces exteriores, el mensaje que terminarás por recibir será:
  • “No lo vas a lograr”.
  • “Con dinero en la mano eres un peligro”.
  • “Eres incapaz, nunca te preparaste”.
  • “No sabes cómo ganarte la vida”.
Claro que esas son frases y creencias falsas que tomas­te por verdaderas y entonces te hicieron pensar que nada de lo que te propusieras serías capaz de alcanzar.
El único ser que podrá limitar lo que eres capaz de alcanzar eres “tú mismo”.
Nadie está en condiciones de cuestionar ni juzgar ni tu potencial ni tus capacidades. Sólo a partir del momento en que cada persona toma el control de su propia vida es capaz de determinar sus errores y sus éxitos y entonces está en condiciones de refutar y cuestionar todas aquellas palabras que durante tanto tiempo lo han frenado y lo han llevado a vivir en un lugar de letargo y frustración.
Hoy, siendo libre de estas falsas verdades, podemos comenzar un proceso de desintoxicación mental, emo­cional y espiritual para disponernos a ser la mejor y única versión de nosotros mismos.
A partir de esta nueva posición, de este nuevo “yo”, conocerás la verdad y la verdad te hará libre de la gente, de las circunstancias y de aquellas verdades que no lo son.
Tiger Woods, antes de ser el primer campeón de co­lor del golf, tenía para escuchar dos voces: la de gente que le decía “nunca un hombre de color va a ser campeón de este deporte” y la de su padre, que le dijo “tú eres un campeón”. Adivina a cuál le prestó atención.
Tal vez pasaste años tratando de alcanzar la felici­dad y el éxito de acuerdo a los parámetros de los otros. Quizá tu papá soñó con que fueses médico, y seguiste la carrera de medi­cina tratando de obtener la aprobación de él, sin dar­te cuenta de que en realidad era él quien anhelaba ser médico.
Piensa por un instante:
  • ¿Qué estás buscando?
  • ¿Qué estás persiguiendo?
  • ¿En qué estás usando tu tiempo?
Estos objetivos, ¿aportan y suman a tu felicidad, a tu bienestar emocional, físico y espiritual?, ¿o sólo estás corriendo por correr sin saber a dónde quieres llegar?
Cuanto menor tiempo sea que dediques a escuchar las voces ajenas o extrañas, mayores serán los resultados que vas a acumular.
Cuanto mayor sea el tiempo que le dediques a escuchar tu propia voz interior, cuanto más te detengas a observar tu reloj interno y a prestar atención a lo que dice tu corazón, mayores serán los éxitos que vas a cosechar.
Las voces ajenas no saben de qué estás hecho, no co­nocen tu potencial ni lo ilimitadas que son tus fuerzas; tú mismo aún no lo sabes. Sólo cuando camines, corras y luches por tu pasión, por aquello que te quita el sue­ño, por lo que te quema por dentro, sabrás de qué estás hecho.
Extracto del libro “Gente Tóxica”
Por Bernardo Stamateas

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