Muchos de los problemas que nosotros reflejamos en la juventud son el resultado de la relación que tuvimos con nuestros padres.
Cuando JesĆŗs vino, marcó bien la diferencia entre un antes y un despuĆ©s. Cada vez que nos hablaba de Dios, lo hacia refiriĆ©ndose a Ćl como un Padre, y esto podemos verlo en la enseƱanza del Padre Nuestro, en Lucas 11:2. Como podemos ver, JesĆŗs no dijo āJehovĆ” nuestroā, ni āDios nuestroā, Ćl empieza diciendo āPadre nuestroā, pues Dios es nuestro Padre.
A la mayorĆa de personas le cuesta tener una buena relación con Dios, porque no lo ven como Padre. Relacionan el concepto que tienen de su padre terrenal o de la relación que tuvieron con Ć©l a Dios, y creen que los defectos y los obstĆ”culos que un dĆa vieron en su padre los verĆ”n tambiĆ©n en el SeƱor. Por ejemplo, quien tuvo un padre tacaƱo, que le decĆa que no a todo, asume que Dios va hacer lo mismo con Ć©l. Pero en Mateo 7:11 JesĆŗs dijo: āPues siendo malos, sabĆ©is dar buenas dĆ”divas a vuestros hijos, ĀæcuĆ”nto mĆ”s vuestro padre que estĆ” en los cielos darĆ” buenas cosas a los que le pidan?ā JesĆŗs nos estaba enseƱando que Dios quiere darnos lo que necesitamos, y sólo espera que se lo pidamos. Pero para aquellos que crecieron con un padre avaro, les cuesta comprender la plenitud de la bondad del SeƱor y concluyen que no es correcto pedirle abiertamente a Dios.
La Biblia nos enseƱa que Dios siempre estĆ” con nosotros. En Juan 14:11 dice: āYo no los dejarĆ© huĆ©rfanos; vendrĆ© a vosotrosā, pero a pesar de que la Palabra nos lo dice, cuando se carece de la existencia de un padre terrenal, se asume la inexistencia de Dios, porque la imagen mĆ”s cercana a Dios en la tierra es un padre.
Si tuviste padres que no te daban amor o no les interesaba lo que hacĆas y no te ponĆan atención, empieza a servir a Dios incondicionalmente sin que te importe nada, porque ese es el carĆ”cter de hijo que formaron en ti, y es ese el que le estĆ”s entregando a Dios.
Cuando asociamos la imagen mala que tenemos de nuestros padres terrenales con Dios, estamos cometiendo un error muy grande, porque no vemos lo bueno y generoso que es Dios. Debemos empezar a conocerlo como el Padre que las Escrituras nos revelan que es, no como nuestro subconsciente identifica que es un padre.
Puede que nuestros padres terrenales nos hayan hecho unas personas correctas y que nos hayan educado muy bien a travĆ©s de muchas correcciones, pero no tenemos sana el alma y por eso nos cuesta mantenernos en comunión con Dios, aunque seamos muy buenos cristianos.Cree en Dios como Ćl es, como un Padre justo y amoroso que le pone atención a sus hijos, y te dice las cosas buenas que tienes, sin temor a que te jactes. Dios es un padre que cree en ti.
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